Mediaba la tarde cuando me encontré una historia en mitad de un camino. Era una historia inconsistente aún, como el carro tirado por un burro que veía venir de frente. Pero una historia al fin y al cabo, e insistía en ser escrita.
El carro rebotó al pasar sobre una piedra y el burro rebuznó. Ya al menos tenía algún elemento más para contar una historia.
Cuando pasó por mi lado, el burro me invitó con un gesto a que me sentara en el carro para continuar escribiéndola.
Ya tenía mi historia.
El carro rebotó al pasar sobre una piedra y el burro rebuznó. Ya al menos tenía algún elemento más para contar una historia.
Cuando pasó por mi lado, el burro me invitó con un gesto a que me sentara en el carro para continuar escribiéndola.
Me encantó este cuentito.
ResponderEliminarQuedará la eterna pregunta de quién encontró a quién. Si la historia te encontró a ti o tú a ella.
En todo caso, felizmente se encontraron para crear ésto tan lleno de frescura. :)